Alegría Intensiva

Todo lo que querés saber sobre los cursos del Centro de Formación en Clown de Hospital

¿Qué es el clown? ¿En qué se diferencia de otras disciplinas? ¿Cuál es su particularidad en el hospital? ¿Cualquier persona puede ser payaso de hospital? ¿Cuál es la importancia de la formación? Irene Sexer y Silvina Sznajder, directoras artísticas de Alegría Intensiva, se sentaron a conversar sobre estas y otras preguntas que hacen a la tarea que realizan desde hace casi 10 años en hospitales pediátricos.

¿Cómo definen el trabajo del clown?
Irene: El del clown es un trabajo actoral que se basa en la posibilidad de jugar con uno mismo y así poder jugar con los demás. Reconociendo tus fortalezas y debilidades propias, y dándoles sentido del humor, tu payaso va viviendo y jugando con lo que es para contactarse con el mundo, al cual también transforma.

Silvina: El clown es un transformador, es quien habilita la libertad de poder ponerse él primero en juego, abriendo su fragilidad, su universo, para generar empatía y poder abrir entonces otros mundos posibles.

Irene: El trabajo del clown es de una profundidad única y liberadora. Nadie sabe su dimensión hasta que vive la experiencia.

¿Qué tiene el clown que otras disciplinas actorales no tienen?
Silvina:
Tiene la posibilidad de conectarse con él mismo en su verdad, mostrar lo que no le sale bien. Cuando un actor hace un papel, con su instrumento encarna a otro. En cambio el clown puede jugar a ser él pero de muchas maneras. Puede contactarse con lo que no le sale bien, con sus errores, con sus sombras, con lo que le cuesta, con lo que le duele, y con todo su universo personal, para ponerlo así de manifiesto a través del juego, de la transformación, de la escena.

Irene: Además lo diferencia el trabajo profundo con sí mismo para sacar esas capas que son las que nos imposibilitan el juego y el disfrute. Y trabaja con lo que hay, con lo que somos. A partir de ahí nos muestra o nos recuerda nuestra posibilidad lúdica.

¿Cómo se cruza el clown con lo musical?
Silvina:
Un payaso es un artista. Si puede dejar que el lenguaje musical lo atraviese es otra vuelta de espiral por donde puede viajar. En el trabajo del hospital la música es muy importante porque es un lenguaje que eleva la poética del discurso y la puede llevar hacia otras dimensiones de la sensibilidad. La música va directo y en ese ir directo junto al juego potencia el lenguaje del clown. Como improvisación, como posibilidad de ser creada en el momento, la música impulsa al juego del payaso.

¿Cuál es la particularidad del clown en el ámbito hospitalario?
Silvina:
El clown subvierte el orden establecido. En un hospital, donde hay mucho dolor, el clown tiene esa posibilidad única de ir a conectar con la escena posible de cada niño en cada cama y poder transformar, encender nuevamente lo vital, que a veces queda suspendido. Además puede ser canalizador de emociones al poner en juego todos los miedos, las sensaciones de los niños y sus familiares.

Irene: El clown en un ámbito hospitalario requiere de mucha escucha y de un fuerte deseo de transformación. Se corre del centro, deja de ser protagonista, para poder leer la escena posible y jugar a partir de ahí.

Silvina: Además el clown es libre y puede hacer lo que quiere. No tiene prejuicio, no tiene moral, no tiene lógica. Y para un niño, poder conectar con ese ser tan libre que se pone a jugar es como una bocanada de aire en un ámbito donde el juego y su vida quedan a veces un poco relegados. El clown en un hospital también ayuda al personal médico a cambiar la frecuencia, la atmósfera, a dar otro aire.

¿Qué hace diferente al escenario de hospital de un teatro?
Irene:
En el teatro la gente elige verte, en el hospital no. Es en ese sentido que el clown debe ser delicado y sutil en cómo mostrarse para ser aceptado y poder desplegar el juego posible. En el momento de actuar no hay nada escrito, no hay un día igual al otro. No hay condiciones teatrales que nos amparen. Estamos en el escenario más frágil: un hospital.

¿Qué es entonces un payaso de hospital?
Irene:
Un payaso de hospital es un actor o actriz con muchos años de formación en clown que decide, a través de su arte y siendo parte de una organización, subvertir el orden de un escenario donde nadie imaginaba que podían existir los clowns.

Silvina: Es un ser valiente, sensible, que puede disponerse para que el arte sea un canal de transformación muy profundo en un ámbitos donde hay dolor y mucha incertidumbre. El payaso de hospital puede volar hacia otra dimensión, encender lo vital y acompañar, inclusive en los momentos más complejos de la vida.

¿Creen que cualquier persona puede ser payaso de hospital?
Irene:
No. Para ser payaso o payaso de hospital se necesita transitar muchos años de estudio, de entrenamiento, de encuentro con uno mismo, para ir construyendo este lenguaje que es tan mágico y complejo. No nos alcanza con entretener y animar. El payaso es mucho más que eso.

¿A qué apuntan los cursos del Centro de Formación en Clown de Hospital de Alegría Intensiva?
Silvina:
Apuntan a generar un espacio de contacto con la tarea, que tiene dos patas. Por un lado, formarte como payasos de hospital – por eso hay un primer nivel donde uno se acerca al lenguaje y un segundo nivel donde uno entrena ese lenguaje, lo enriquece, lo desmantela, para que el payaso siga afinándose. Por otro lado, el canal del payaso en el escenario hospitalario. Por eso hay observaciones y prácticas sobre el trabajo en sí, que tiene tantas caracteristicas específicas diferentes a lo que es un clown en un teatro.

¿Por qué el arte del payaso de hospital es tan amigable con el ámbito hospitalario?
Irene:
Porque el lenguaje del payaso es muy similar al lenguaje de un niño, donde todo juego es posible. Y la realidad, a pesar del momento fuera de lo cotidiano que esté transitando, puede ser transformada por un momento de manera lúdica, poética y divertida

Silvina: El clown descomprime, pone en juego lo que está pasando, lo transforma. Entonces, alivia situaciones contenidas y puede, a través de su lógica diferente, generar otras dimensiones de la realidad, como una bocanada de aire fresco, una canción, una sonrisa, o inclusive habilitar un llanto que estaba ahí. Es como que abre puertas.

A nivel personal y artístico, ¿qué se llevan los alumnos al hacer los cursos?
Silvina:
Los alumnos se llevan nuevos conocimientos sobre lo que hace un payaso en un hospital. Se llevan un entrenamiento de calidad por personas que hace mucho que venimos compartiendo la tarea. Y abren nuevas puertas, se ponen a disposición de una escena. De los cursos se llevan una ampliación de lo que es el payaso en sí mismo hacia un ámbito hospitalario. Como que abre a otra dimensión también del artista.

¿Cuál es la importancia de un Centro de Formación en Clown de Hospital?
Silvina:
Es esencial porque esta tarea requiere de mucha calidad y formación para no hacerla de manera desafinada, en un ámbito donde realmente es tan importante el cuidado de cada situación, de cada paso, de escuchar un permiso posible o no, de escuchar cuándo expandirse y cuándo replegarse. Es una formación de recursos, ya sea desde el clown, desde la actuación, desde el movimiento, desde la música. Y también la formación en la humildad y en la escucha de no hacer de más.