Alegría Intensiva

Nacho, el maestro de pintura

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La Dra. Estela y el Dr. Atento llegaron a la habitación de Nacho. Justo antes de entrar, registraron que el ambiente era un poco tenso porque la mamá estaba retándolo por la tarea. Sentado en una silla, con los pies en otra, un block sobre las piernas y un lápiz en la mano vendada y con suero, Nacho miraba hacia la ventana. Estaba por comenzar a dibujar.

La Dra. Estela y el Dr. Atento se apuraron para entrar y le pidieron disculpas por su llegada tarde a la clase de dibujo que estaba por empezar. Pero el Dr. Atento se dio cuenta de que se había olvidado el lápiz. Nacho se rió, aunque mucho no podía reírse porque le dolía la panza. El Dr. Atento siguió buscando y también se había olvidado el block. Nacho se volvió a reír, quizás con menos dolor de panza. La Dra. Estela no podía creer que el Dr. Atento se había olvidado todo eso. ¡Era un papelón!.

En ese momento la Dra. Estela se dio cuenta de que el Dr. Atento se había olvidado algo más: la sonrisa. El Dr. Atento no se acordaba dónde la había dejado pero sí se acordó de que si deseás algo, dibujándolo, lo conseguís. Nacho, sin decir palabra, se puso a dibujar mientras la Dra. Estela le decía a Nacho que ella deseaba tener flequillo. La Dra. Estela y el Dr. Atento seguían hablando y tratando de pensar en dónde el Dr. Atento se había olvidado la sonrisa. Cada tanto Nacho se daba vuelta para observarlos y luego volvía a su dibujo muy concentrado.

Cuando Nacho terminó el dibujo les entregó el retrato de la Dra. Estela con flequillo y el Dr. Atento con sonrisa. Los doctores, con mucha alegría, le agradecieron a Nacho el haberle devuelto la sonrisa al Dr. Atento y el haberle puesto flequillo a la Dra. Estela. Así, la Dra. Estela y el Dr. Atento pudieron seguir repartiendo sonrisas por todo el hospital.

Dra. Estela (Erika Veliz) y Dr. Atento (Demián Candal)
Hospital Municipal de Pediatría Federico Falcón de Pilar