Alegría Intensiva

En silencio

El Dr. Amador y la Dra. Perla entraron a una sala de espera que estaba muy bulliciosa. Mirando a la gente, la Dra. Perla vio a un señor que le sonrió. Ella se enamoró. Así, de repente, porque es payasa y a los payasos les pasan muchas cosas, algunas de repente.

El Dr. Amador comenzó a entrevistar al señor, que se llamaba Gustavo, para que se conociera con la Dra. Perla. Pero un bebé comenzó a llorar.

Como no se puede hacer una entrevista a un señor con un llanto de bebé de fondo, el Dr. Amador y la Dra. Perla empezaron a cantar una canción de cuna y a girar como una calesita, para que el bebé se calmara. Toda la sala, para colaborar, se puso en silencio.

El bebé dejó de llorar. Y la Dra. Perla… se quedó dormida y cayó en un sueño. Soñaba con Gustavo.

El Dr. Amador y el señor Gustavo decidieron cantarle una serenata a la Dra. Perla. Pero con las primeras notas, el bebé volvió a llorar.

Comenzó la calesita nuevamente, otra vez todos en silencio, y el bebé se durmió.

Evitando quebrar el silencio y despertar al bebé, la Dra. Perla recurrió a la mímica para comunicarle a Gustavo que lo de ellos no iba a poder funcionar. Y el Dr. Amador y la Dra. Perla salieron de la sala, ofreciendo su amor a todos, pero en silencio.

 

Dr. Amador (Mauro González) y Dra. Perla (Romina Amato)
Hospital Gutiérrez