Alegría Intensiva

Superhéroes

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Llegamos a la última cama. A la izquierda había una silla y un nene sentado en ella. Tenía en su rostro una hermosa mezcla de malhumor y curiosidad. Estaba cabizbajo. Adelante de él había restos de una torta de cumpleaños casera, deliciosa. Una torta que se veía hecha con mucho amor.

– ¿Quién es el afortunado que cumplió años? – preguntamos.

– Él – señaló su mamá.

– ¿Quién lo agasajó con esta torta increíble? – quisimos saber.

– Daniela, la tía de Nico – nos contó la mamá.

– ¡Nosotras queremos una tía así! – dijimos ilusionadas.

A Nico le empezó a cambiar la cara. Ahora había un brillo en la mirada que antes siquiera asomaba y la curiosidad le empezaba a ganar al malhumor. Nosotras arriesgamos:

– ¿Le podemos pedir una torta a Daniela para nuestro cumpleaños?

Nico dudó. Entonces, mejoramos la propuesta:

– ¡La podemos compartir! ¡Que haga una para las dos! ¡Podemos festejar el cumpleaños juntas!

Nico seguía dudando.

– ¡La podemos compartir con todo el mundo! ¡Festejamos todos juntos el cumpleaños con una torta gigante de Daniela! – agregamos, cada vez más entusiasmadas.

Nico, siempre desde su timidez, divertido, nos dijo:

– No. Mi tía primero me prometió una torta de Spiderman a mí.

Jugando a estar celosas de su tía nos fuimos, no sin antes pedir ser invitadas algún día a comer la torta de Spiderman, un pedacito al menos. Justo antes de salir nos dimos cuenta:

– ¡Claro! ¡Es que Nico es un superhéroe!

La mamá nos miró y, emocionada, cerró con estas palabras:

– Sí, la verdad que es un superhéroe.

Dras. Nivea Pons y Estela Tarde
Hospital Posadas